Hace unos días os hablaba sobre uno de los dos tipos de pénfigo "más habituales". Hoy, os hablaré sobre el otro: el Pénfigo Folíaceo.
En esta enfermedad, la clínica se caracteriza por presentar unas ampollas poco evidentes y efímeras que pronto dejan paso a una extensas zonas eritemato-escamosas; es decir, a un enrojecimiento con inflamación persistente de la piel, con erosiones secretantes y costras en el cuero cabelludo, la cara y el tronco, que al diseminarse originan una dermatitis exfoliativa . La cara adquiere además un aspecto en alas de mariposa.
En el pénfigo foliáceo, es importante resaltar que una exposición intensa y/o prolongada al sol puede provocar un agravante o desencadenante del brote.
En cuanto a los síntomas, las personas que lo padecen tendrán picor y quemazón y sus mucosas no estarán afectadas. En casos extremos, determinará alopecia, atrofia testicular y mamaria, osteoporosis y distrofia muscular.
Para más información: http://www.enfermedades-raras.org/
Jessica Maneiro González
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