Hoy, os voy a hablar sobre la Sensibilidad Química Múltiple. Las personas que padecen este trastorno se vuelven intolerantes a las sustancias químicas que están presentes en el medio ambiente, por ejemplo: pinturas, lacas, plaguicidas, humos, metales, productos de perfumería, ambientadores...
Los síntomas más comunes son: fatiga, problemas de memoria, falta de concentración, dolor muscular, problemas gastrointestinales, problemas respiratorios y dermatológicos, cefaleas, sensibilidad visual y auditiva. Además de padecer estos síntomas y signos (muchas veces invalidantes), son más propensos a padecer lupus, enfermedades autoinmunes de tiroides, artritis reumatoide, esclerosis múltiple...
Es una enfermedad crónica cuyos síntomas aparecen ante exposiciones a concentraciones muy bajas.
En muchas ocasiones, los afectados tienen que vivir completamente aislados, sin salir de sus casas ni tener contacto con otras personas.
Os dejo la historia de dos personas que conviven con esta enfermedad:
Para más información:
Cristina Paz
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